jueves, 26 de noviembre de 2009

Teología

El Dios de los cristianos, Dios de mi infancia, no hace
el amor. Quizás, es el único dios que nunca ha hecho el
amor, entre todos los dioses de todas las religiones de la
historia humana. Cada vez que lo pienso siento pena
por él. Y entonces le perdono que haya sido mi superpapá
castigador, jefe de policía del universo, y pienso que al
fin y al cabo, Dios también supo ser mi amigo en aquellos
viejos tiempos, cuando yo creía en él y creía que el
creía en mi. Entonces paro la oreja, a la hora de los rumores
mágicos, entre la caída del sol y la caída de la
noche, y me parece escuchar sus melancólicas confidencias.

El libro de los abrazos, Galeano

Para unos vivir

Para unos vivir es pisar cristales con los pies desnudos; para otros vivir es mirar el sol frente a frente.

La playa cuenta días y horas por cada niño que muere. Una flor se abre, una torre se hunde.

Todo es igual. Tendí mi brazo; no llovía. Pisé cristales; no había sol. Miré la luna; no había playa.

Qué más da. Tu destino es mirar las torres que levantan, las flores que abren, los niños que mueren; aparte, como naipe cuya baraja se ha perdido.

Los placeres prohibidos, Neruda

martes, 24 de noviembre de 2009

Música


Como nuestra percepción del mundo –creemos– está mediada por el lenguaje, marca de fábrica de la condición humana, es fácil explicar por qué hay palabras y vivencias capaces de alterar al organismo del mismo modo que una droga: inducen estados de éxtasis o de suma relajación, ponen la piel de gallina, generan contracciones musculares repetitivas, voluntarias o no.Ambos, lenguaje y sustancia, impactan por diferentes vías sobre el mismo sistema nervioso, donde desencadenan procesos neuroquímicos de idéntica naturaleza.
Sin embargo, cuando la pregunta es por qué la música puede replicar estos procedimientos, en sonidos que son considerados parte de un lenguaje que habla pero no dice, la cosa cambia y una gota de frío misterio cae del paraguas y se cuela justo en el límite entre el cuello y la camisa.

sábado, 21 de noviembre de 2009



Gilles de Rais



Fue teniente del ejército francés junto a Juana de Arco, combatió con ella en la Guerra de los Cien años. Cuando ésta fue quemada en la hoguera, renegó de Dios y trato de invocar al demonio. El ritual incluía el asesinato de un niño.

Como era de esperar, no se le apareció y cayó en un agnosticismo alejado de toda moral. Por ello,dedicó el resto de su vida a asesinar niños y jugar con sus cadáveres.

martes, 17 de noviembre de 2009

Juan Salvador Gaviota






-¿Por qué, Juan, por qué? -preguntaba su madre-. ¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la Bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes? ¡Hijo, ya no eres más que hueso y plumas!

-No me importa ser hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.

-Mira, Juan -dijo su padre, con cierta ternura-. El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar, estudia sobre la comida y cómo conseguirla. Esto de volar es muy bonito, pero no puedes comerte un planeo, ¿sabes? No olvides que la razón de volar es comer.

Juan asintió obedientemente. Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad, trinando y batiéndose con la Bandada cerca del muelle y los pesqueros, lanzándose sobre un pedazo de pan y algún pez. Pero no le dió resultado.
Es todo inútil, pensó, y deliberadamente dejó caer una anchoa duramente disputada a una vieja y hambrienta gaviota que le perseguía. Podría estar empleando todo este tiempo en aprender a volar.

¡Hay tanto que aprender!




Richard Bach




http://club.telepolis.com/jesusagrario/gaviota/juansgaviota.htm

viernes, 13 de noviembre de 2009

*

No te salves

no te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca

No te salves

no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas

entonces

no te quedes conmigo

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cuerpo humano al límite: el cerebro

http://www.documaniatv.com/ciencia/el-cuerpo-humano-al-limite-el-cerebro-video_aa1c40d76.html

Parásitos


El parasitismo es la práctica exclusiva de la Iglesia;
con su ideal de anemia, de "santidad", chupa toda sangre, todo amor, toda esperanza en la vida; el más allà como voluntad de negación de toda realidad; la cruz como signo de la conspiración más solapada que se ha dado jamás,
contra la salud, la belleza, la plenitud, la valentía, el espíritu y la bondad del alma;
contra la misma vida..
Esta acusación eterna contra el crstianismo la quiero escribir en todas las paredes.
Llamo al cristiano la gran maldición, la gran corrupción soterrada, el gran instinto de la venganza para el cual ningún medio es bastante pérfido, furtivo, subrepticio y mezquino;
le llamo, en resumen
el borrón inmortal de la humanidad.
El anticristo.

Santiago Ramón y Cajal


Santiago Ramón y Cajal fue histólogo e investigador. Nació en España en 1852.


Ramón y Cajal se especializó en neurohistología.

Fue nombrado catedrático de Anatomía y de Histología.

Ramón y Cajal se dedicó al estudio de las conexiones de las células nerviosas.

Los descubrimientos de Ramón y Cajal sentaron las bases para el conocimiento actual del sistema nervioso.

Descubrió que la neurona es el constituyente fundamental del tejido nervioso.

Aplicando el método de tinción Camillo Golgi descubrió los mecanimos que gobernaban la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, de la materia gris y del sistema nervioso cerebroespinal.

El sistema estructural de Ramón y Cajal, basado en el conjunto de unidades independientes y definidas, se conoce como " la doctrina de la neurona".

En la " doctrina de la neurona" destaca la Ley de la polarización dinámica, que explica la transmisión unidireccional del impulso nervioso.

En 1906 se le concedió el premio Nobel de Fisiología y Medicina.

Santiago Ramón y Cajal murió en Madrid en 1934.

En su honor, se nombró el cràter Cajal , en la superficie de la Luna, y el asteroide ( 117413) Ramón y Cajal.

domingo, 8 de noviembre de 2009

No escric èglogues

No hi havia a València dos cames com les teues.
Dolçament les recorde, amb els ulls plens de llàgrimes,amb una teranyina de llàgrimes als ulls.
On ets? On són les teues cames tan adorables?
Recórrec l’Albereda, aquells llocs familiars.Creue les nits. Evoque les baranes del riu.
Un cadàver verdós. Un cadàver fosfòric.
L’espectre de Francisco de la Torre, potser.
No hi havia a València dos cames com les teues.
Llargament escriuria sobre les teues cames.
Com si anasses per l’aigua, entre una aigua invisible,entre una aigua claríssima, venies pel carrer.
La carn graciosa i fresca com un cànter de Serra.
I jo t’evoque dreta sobre les teues cames.
Carregaven els hòmens els ventruts camions.
Venien autobusos de Gandia i Paterna.Eixien veus del bars, l’olor d’oli fregit.
Tu venies solemne sobre les teues cames.
Oh la solemnitat de la teua carn tendra,del teu cos adorable sobre les llargues cames!
Carrer avall, venies entre els solars, els crits,els infants que jugaven en eixir de l’escola,la dona arreplegava la roba del terrat,l’home recomponia lentament un rellotgementre un amic parlava dels seus anys de presóper coses de la guerra, tu venies solemne,amb més solemnitat que el crepuscle, o amb unadignitat que el crepuscle rebia de tu sola.
Tota la majestat amada del crepuscle.
No hi havia a València dos cames com les teues,
Amb la viva alegria de la virginitat.
Sempre venies, mai no arribaves del tot,i jo et volia així, i jo ho volia així:
Nasquí per aguardar-te, per veure com venies.
Inútilment recórrec els crepuscles, les nits.
Hi ha els hòmens que carreguen lentament camions.
Hi ha els bars, l’oli fregit, les parelles d’amants.
Jo recorde unes cames, les teues cames nues,les teues llargues cames plenes de dignitat.
No hi havia a València dos cames com les teues.
Un cadàver verdós, un cadàver fosfòricva tocant les anelles, va preguntant per tu.
Es desperta Ausiàs March en el vas del carner.
Jo no sé res de tu.
Han passat segles, dies.Inútilment recórrec València.
No escric Èglogues.

Vicent Andrés Estellés

Su amor no era sencillo

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.

El hombre que aprendió a ladrar



Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino verdaderamente a ladrar.


¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento?


Ante sus amigos se autoflagelaba con humor:


"La verdad es que ladro por no llorar".


Sin embargo, la razón más valedera era su amor casi franciscano hacia sus hermanos perros. Amor es comunicación.


¿Cómo amar entonces sin comunicarse?


Para Raimundo representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de ese día Raimundo y Leo se tendian, por lo general en los atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas generales.

A pesar de su amor por los hermanos perros, Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan sagaz visión del mundo.
Por fin, una tarde se animó a preguntarle, en varios sobrios ladridos:

"Dime, Leo, con toda franqueza: ¿qué opinás de mi forma de ladrar?".

La respuesta de Leo fue bastante escueta y sincera:

"Yo diría que lo haces bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras, todavía se te nota el acento humano."




Mario Benedetti, Despistes y franquezas